viernes, 2 de marzo de 2007

¿Por qué no pude leer hoy en el camión?
Fácil, la historia de Jenny resultó conmovedora, simplemente me atrapó.
Jenny, una joven de quince años. Ella tenía inmensas ganas de asistir a una fiesta pero por temor a recibir una negativa de sus padres, decide mentirles e inventarles que irá al cine con una amiga. En la fiesta está teniendo un buen rato pero de vez en cuando la conciencia le reclama el haberle mentido a sus padres.
Juan/Bobby (no sé), la invita a dar un paseo en su coche pero antes de subir al auto, da una "fumadita". Pisa el acelerador, cosa que inquieta a Jenny, sabe que su amigo no se encuentra en condiciones óptimas. Le suplica, entre, que baje la velocidad pero e´l no le hace caso, y por el contrario pisa más y más el acelerador.
Un coche se acerca de frente a ellos, un coche con el que finalmente chocan. Resplandor... todo negro... voces se escuchan... la sirena de la ambulancia... unas manos la toman y la cargan hasta una camilla.
Despierta en un hospital, tubos conectados, una enfermera justo delante de ella. Pregunta por su amigo, por las personas del otro coche... única sobreviviente. La noticia la sobresalta, se siente culpable, voz trémula: Señorita... podría decirle a la familia de la gente que murió que estoy muy arrepentida por lo que pasó.
La enfermera no contesta. ¿Por qué no cumplir el deseo de esa chica que se encuentra arrepentida?... sus padres fueron las personas que iban en el otro coche y que murieron, habían salido a buscarla.
Ahora ya saben por qué demonios no comencé a leer El Satiricón.Comprobar ortografía

3 comentarios:

jf.yedraAaviña dijo...

mmm.... esa historia no me gustó...

Lidia dijo...

pues a mí tampoco, pero, es curioso, en el camion en vez de escuchar la zeta o la saborsita, el chofer puso un disco de superación personal y pues de ahí saqué la historia. Me dio coraje porque no me podía concentrar.

jf.yedraAaviña dijo...

aahh... cámara.. jeje... suele pasar...
saludos!!