domingo, 12 de septiembre de 2010

I
Quiero dormir y soñar. Quiero en mi sueño desgarrar cortinas y sillones. Quiero destrozar ventanas y muebles. Quiero destrozar todo y ver sólo restos, sólo escombros. Quiero ver caos y desorden. Eso es lo que veo mientras dormito, todo eso sumido en el silencio, en el abandono. Todo parte de una pintura vieja e inacabada; la imagén también destrozada, desgarrada; el cuadro, en medio de la habitación en ruinas.

II

Puedo ver la imagén, casi puedo sentirla. Ella está recostada, descansando tranquilalemente sobre la cama destendida. El alma se ha tranquilizado, los gritos han sido acallados, las lágrimas han sido secadas. Inhala y exhala tranquilidad; una respiración lenta y acompasada llena sus pulmones y luego los vacía. Eso es el estado que sigue a la locura. Ella que tranquila sólo en el sueño proyecta su locura.

III

Prefiero soñar despieta, con ojos cerrados a plena luz del día, cuando sé que las nubes recorren el cielo, cuando sé que el viento remueve las hojas, cuando sé que el tiempo transcurre sin el tic tac del reloj.

1 comentario:

jf.yedraAaviña dijo...

a mi me encanta despertar de esos sueños despiertos. sobre todo cuando se dan por las mañanas, cuando uno ya no puede seguir durmiendo, pero tampoco se quiere levantar. esos son los sueños más locos.

Muchos abrazos, Lidita!
Se te extrañaba por aquí.