domingo, 19 de agosto de 2007

¿Y si te diera mi corazón en un pequeño cofrecito de madera, lo guardarías debajo de tu cama como al más valioso tesoro, o lo abrirías, desmenuzarías y analizarías exhaustivamente esperando encontrar la razón de su latir?


6 comentarios:

Livi Jazmín dijo...

Ay total, el corazón siempre se abolla. El mío es cliente frecuente del taller de hojalatería y pintura. Saludos, comaye.

Anónimo dijo...

fe de erratas:

-exaustivamente por exhaustivamente.

probablemente lo guardaría al lado de mi corazón si antes lo analizo y compruebo que ya no tiene espinas que me lastimen.

Lidia dijo...

Livi. No seas malita y pásame la dirección del taller a donde vas a que te reparen el corazoncito.

Anónimo: eso de andar dejando que te analicen el corazón es muy doloroso. Terminan desvaratándolo.

jf.yedraAaviña dijo...

tttsss... ese señor anónimo tiene razón con lo de las espinas... pero todos los corazones las tienen,,, les crecen desde dentro... es cuestión de conocer cada uno para saber cuándo podar las espinas que crezcan y salgan a la superficie... o igual y no... jeje

abrazos!

Lidia dijo...

Yedrita: yo entiendo que no quiera que lo lastime, pero en su intento de no salir lastimado, me lastima a mí.
Y sí, creo que todos tenemos nuestras espinitas, el amor duele y así es, lo tomas o lo dejas.

jmbonilla dijo...

Me gusta coleccionar cosas, un cofrecito guardaría bien el pedazo de costilla que todavía tengo y el corazón. Pero abrirlo! ... también curioso desafortunadamente.