sábado, 13 de enero de 2007

Acostada

Pirmero se resbalan por las mejillas, aún calientes.
Llegan al cuello.
Las lágrimas en el cuello se resbalan cual si fueran un escalofrio.

3 comentarios:

Alex dijo...

Ack.. esa sensacion es un tanto rara.. cuando lloras acostada y se mojan hasta las orejas... :S
Gracias por la visita a mi blog, yo regreso al tuyo :D

rc dijo...

La verdad es que físicamente me parece algo imposible que tus lágrimas per se lleguen hasta tu cuello estando tú acostada. Suena más razonable que mojen tus orejas. Así como lo pinta el comentario de arriba.

Un abrazote.

Lidia dijo...

a.: Eso de las orejas es bien cierto, solo que la n0oche en que escribe eso no se me mojaron las orejas.
Nos estamos leyendo.

Beto perdido: Es que sí llegan, un día nos ponemos a llorar juntos acostados.

Victoria: Yo también te quiero muchísimo. Margaritas, margaritas!!!