viernes, 16 de julio de 2010

Hay cosas a las que simplemente hay que resignarse. ¿Hay forzosamente que hacerlo? No, yo no lo creo. Creo que hay cosas por las que vale la pena luchar hasta que sintamos el desgarre en el corazón y en la piel de tanto esfuerzo. Llámenme terca pero pienso que si algo nos hará sonreir al final del día, vale la pena luchar por ese algo. Una sola sonrisa sí puede compensar los cientos, miles, millones de lágrimas derramadas.

1 comentario:

Diabólico Swing dijo...

Si, yo también lo creo... aún no he empezado mi saga de "Las 60 cosas que no conoce de Gerzaín", pero pronto :D