domingo, 5 de octubre de 2008

Es que son los días fríos y los días de lluvia. Uno despierta y lo primero que escucha son las gotas de lluvia que seguramente llevan cayendo desde hace horas y que han hinundado nuestros suennos sin que nosotros nos demos cuenta. Y resulta que amanecemos empapados y pesados.

1 comentario:

Black Bird dijo...

mmm... osea que eso también pasa en otros usos horarios?!