He olvidado cómo escribir. El trabajo ha hecho de mí un ser apático que cuando toma la pluma ya no sabe como hacer que sus emociones salgan. El trabajo te obliga a no detenerte a pensar o a recordar. ¡No más de cinco segundos! Si te detienes un poco más, tu día está condenado a ser malo, tu ánimo baja, tu desempeño se precipita.
Ya no sé escribir. Las emociones que siempre se encontraban a flor de piel, ahora están enterradas. Me siento apática, no hay nada para el fin del día. No hay fin de semana, no hay nada, quizá dinero los días quince y treinta. Dinero que va directo a la alcancia de Kitty; una estampa de Alemania en la frente. La siento lejos, más lejos cada vez. La salida parece haberse retrasado un par de meses. No me parece tan malo, así podré regresar a la facultad aunque sea un día a la semana. Lo bueno es que ya no hay fantasmas. He estado cuidando mi corazón y procuro ya no rascar la herida. Me siento mejor, por fin puedo decir que me siento mejor sin temor a que dentro de unas horas lo que dije se haya invalidado. Si no me siento bien se debe a otras cosas. Mi trabajo, no ver a mis amigos, que esté a semanitas de ser huérfana de madre también, no poder juntar mi dinero.
***
Vaya que ese trabajo me hace infeliz. Trabajo en una tienda de ropa. Doblo ropa y atiendo a la gente. Es trabajo de tiempo completo y me hace sentir incompleta.
***
No diré que me siento trsite, pero sí que me siento infeliz. Me siento sola, aun cuando sé que no lo estoy...
Ya no sé escribir. Las emociones que siempre se encontraban a flor de piel, ahora están enterradas. Me siento apática, no hay nada para el fin del día. No hay fin de semana, no hay nada, quizá dinero los días quince y treinta. Dinero que va directo a la alcancia de Kitty; una estampa de Alemania en la frente. La siento lejos, más lejos cada vez. La salida parece haberse retrasado un par de meses. No me parece tan malo, así podré regresar a la facultad aunque sea un día a la semana. Lo bueno es que ya no hay fantasmas. He estado cuidando mi corazón y procuro ya no rascar la herida. Me siento mejor, por fin puedo decir que me siento mejor sin temor a que dentro de unas horas lo que dije se haya invalidado. Si no me siento bien se debe a otras cosas. Mi trabajo, no ver a mis amigos, que esté a semanitas de ser huérfana de madre también, no poder juntar mi dinero.
***
Vaya que ese trabajo me hace infeliz. Trabajo en una tienda de ropa. Doblo ropa y atiendo a la gente. Es trabajo de tiempo completo y me hace sentir incompleta.
***
No diré que me siento trsite, pero sí que me siento infeliz. Me siento sola, aun cuando sé que no lo estoy...
2 comentarios:
Basta, me haces llorar. Lo que necesitas son unas chelas. Una dosis controlada, claro.
Saludos y abrazos; las chelas te las invito luego.
no te andes burlando y chelas, pues en realidad no me han faltado..
Publicar un comentario