miércoles, 23 de enero de 2008

Dostoeivski hat einmal geschrieben....

Y que Lidia ayer se fue de antro. Hubo preludio, pensar desde hace una semana en lo que habría de ponerse, sus compañeras de trabajo le preguntaban, ya desde entonces, por las garras que usaría. Primero la fiesta iba a ser en un restaurante del lago de Chapultepec, y había que ir formales, una falda, una blusa, zapatitos (los zapatitos vino que ya estás para la basura por exceso de uso). Pero la fiesta terminó siendo en el Skyy Bar del WTC. ¿Qué ponerse para ir al bar, o antro, o o lo que sea esa cosa que se encuentra en el piso 46 del WTC? Pantalones de mezclilla, una blusa vino y la falda vino que no ha sacado a pasear desde que fue a otra especie de antro en el que bebió una cerveza sabro fresa, bien lo recuerda (una sonrisa, Lidia regresa la cerveza de fresa y esa noche a la caja de los buenos recuerdos). Usa también sus zapatitos vino, que viéndolos bien y con el cariño que se merecen, no están para la basura. Lidia y sus compañeras de trabajo se encuentran solas en la tienda cuando son las 8 treinta de la noche, se maquillan, se perfuman, se visten, se alacian ell cabello (el cabello de Lidia era virgen en aquellos menesteres del alaciado). Satisfecha la vanidad, salen de la tienda y se dirgen al anatr en donde bailan y tomas vodka, ya sea con jugo de uva, de piña o de arándano. (Cora toma sólo tequila). Lidia se la pasó bien, hasta se dio permiso de bailar, después de todo bailar no es mas que hacerse pendejo. Claro que Lidia prefiere otras cosas pero no hay la necesidad de cerrarle la puerta a nada.

***
"El placer provenía de esa consciencia demasiado clara de la propia humillació; de la sensaciòn de que has llegado al lìmite, de que no tienes salida, de que nunca podràs ser otra persona; de que, aun en caso de que te quedase tiempo y fe para cconvertirte en alguien distinto, probablemnte no querrìas hacerlo e incluso, si quisieras no lo harìas porque en realidad, no hay nada que cambiar."
Dostoeivski

A fin de cuentas es, la vida la que te cambia

2 comentarios:

Diana dijo...

Me sentí muy identificada con tu post, a veces la vida nos lleva por donde menos lo imaginamos y terminamos haciendo cosas que jamás creímos poder hacer y/o disfrutar. Es bonito dejarse sorprender así. Por cierto, en mi trabajo, los jueves son de Sky Bar.

Anónimo dijo...

Victoria quiere a Lidia y le da gusto que pruebe los diferentes sabores de la vida.