martes, 9 de octubre de 2007

wie kann ich ihm vergessen?


¿Cómo olvidarlo? Fue como un demonio, como un estúpido y maldito demonio. Sus armas, la tentación, la seducción, la desidia. Ambos estábamos solos y ambos éramos adolescentes. La carne es resbalosa y por eso queremos tomarla con ambas manos. El silencio es necesario, llena los espacios vacíos. Decía él que el silencio y la carne era el amor que habíamos elegido, ¿lo preguntaba o lo decía? No lo sé, no lo recuerdo, y es que he tratado de olvidarlo. Lo que tenía de él se ha escapado. Él ha escapado, o tal vez yo esté muerta. Me gustaría saber cómo es que he muerto. Seguramente él me ha matado, es por eso que mis huesudos brazos lo han dejado escapar. Estoy muerta y esta vez yo no lo he escogido. Si yo lo hubiera escogido mis muñecas habrían quedado marcadas. Ha sido él quien me ha matado, quien me ha sacado el corazón, es él quien seguramente lo tiene en un frasco. También en un frasco guardaba un pájaro. ¿Estará en formol mi corazón? ¿Has considerado nuevamente el suicidio? No querría volver a fallar, no más cicatríces inútiles, no más marcas de uno y mil fracasos. Ojeras que cuelgan debajo de mis ojos, no he podido dormir, es el demonio en mi cuarto, ronda, va de arriaba a abajo. Sus ojos brillantes me miran, yo intento dormir pero no puedo. Cuando cierro los ojos siento cómo algo flota sobre mí. Es mi demonio, no puedo matarlo. Tal vez soy cobarde, o tal vez sepa, muy en mi interior, que nunca he de deshacerme de él. Por la esperanza la gente vive, yo ya no la tengo pero aquí estoy, parada en medio del desierto que él me prometió. Sola en medio de vientos tempestivos y de soles sin descanso. Sola en medio, sola conmigo, siendo yo mi peor compañía. Quiero sentarme y dejar de pensar. Quiero que mis recuerdos caigan en un abismo y que queden allí pulverizados para que así olvide la razón de esta búsqueda, para que olvide por qué cada noche tomo estas pastillas. Quiero quedar yo sola con mi presente, con lo que soy, sin pensar en lo que fuí y sin pensar en lo que puedo ser.
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Cuando una mujer lectora rota lee La mujer rota, quiere hacer lo que la mujer autora rota no hizo através de sus personajes, matarse.

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"Mirar al cielo, ver pasar las nubes y pensar: ¡No, no me suicidaré nunca!" -Peter Handke-

6 comentarios:

jf.yedraAaviña dijo...

Lo leí una vez y a cada frase pensaba en sus ‘por qué’. Lo leí una segunda vez en voz alta para no pensar y ahí fue cuando realmente lo disfruté. Me cae que eres genial Lidita!...
Ya no te expliqué bien por qué me recuerdas al albatros... en fin,, no era por su andar torpe… jojo

Abrazos…

Diana dijo...

Justo empezaba a releer "La mujer rota". Me encantan estas "coincidencias" que nos llevan a las mismas lecturas una y otra vez. Y sí, eres genial. Pero sabes, creo que estás muy viva, demasiado viva; sentir del modo en que lo haces es el resultado de la mucha vida que te inunda. Tal vez no te hayas dado cuenta.

Lidia dijo...

Yedrita!!: ¿por qué que?

Diana: Ese libro es... dios, pero vaya que me movió todo.

ayayay que van a hacer que se me suba el ego y que me lo crea.

Andrea Lopez Estrada dijo...

Quedarse en el presente es bien complicado, resulta casi imposible porque uno siempre recuerda o piensa en lo que puede pasar después. Yo también quiero lo mismo.

jf.yedraAaviña dijo...

aahh.. pues por qué lo escribes...

Anónimo dijo...

y la mujer rota, volvió a romperse, y para que tanto drama si regresamos a lo mismo!! era de esperarse...era de esperarse....